BLANES
EL PUERTO Y LA SUBASTA DEL PESCADO
La roca de Sa Palomera, en Blanes, donde empieza la Costa Brava, abre sus puertas hacia el barrio de pescadores de S’Auguer y a una ciudad que alberga una de las lonjas más importantes de Cataluña, con venta diaria de pescado fresco.
– Sa Palomera (41.670590, 2.791990)
Gran roca donde comienza la Costa Brava − Blanes.
En el extremo oeste de la bahía de Blanes, al final del paseo marítimo, punto que une las playas de Blanes y S’Abanell. En el núcleo de la población.
Este conjunto rocoso de unos veinte metros de altura es el símbolo identitario de la población. Junto con los islotes de Sa Pujola y Es Portell, configura el punto donde confluyen las dos playas más extensas de Blanes: la playa o bahía de Blanes y S’Abanell.
La visita a este conjunto rocoso, que dispone de un mirador, ofrece una visión en gran angular desde la fachada marítima de la población hasta el delta del Tordera, que desemboca dos kilómetros más al sur.
En la propia roca se advierten los cimientos de una estructura circular de piedra con tonos rojizos que permite intuir una antigua función de torre de fuego, como señalización para los navegantes. En cuanto a su nombre, su origen podría encontrarse en la maroma de las barcas que sirve para sacarlas del agua, llamada paloma. Todavía hoy, Sa Palomera ofrece resguardo a pequeñas embarcaciones de pescadores artesanales, quienes pueden vararlas en esta zona.
– S’Auguer (41.671360, 2.789181)
Antiguo barrio de pescadores − Blanes.
En el extremo oeste de la bahía de Blanes.
Barrio marinero que se encuentra en el extremo sur de la población, al pie de la colina Padrets, entre el paseo de la Marina y la calle de S’Auguer. Sus principales calles son Sant Andreu de sa Palomera, S’Auguer, Sant Pere Pescador y Méndez Núñez. Fue el primer núcleo de pescadores de Blanes, donde se localizaba la antigua Blanda romana, y dispuso también de actividad de atarazanas.
– Es Portal (41.674944, 2.790609)
El espacio tradicional de la venta del pescado, trasladado en la actualidad a la plaza dels Dies Feiners − Blanes.
Plaza de la Verge Maria y plaza dels Dies Feiners. En el núcleo de la población. Paseando por el centro de la población, ambas plazas se encuentran muy cercanas.
Antiguamente, las pescaderías se localizaban en el centro de la población, bajo los arcos de Es Portal, en la plaza de la Verge Maria, hasta que a finales de los años sesenta del siglo pasado se construyeron las pescaderías municipales. Hoy en día, los puestos de pescado cuentan con una nueva ubicación en la plaza dels Dies Feiners, todavía más cerca del mar. Estas pescaderías han tomado el relevo de las que cantaban el pescado al aire libre. De este modo, se puede seguir encontrando pescado fresco de la Costa Brava. Son pescaderías que tienen barca propia, preparadas para satisfacer las exigencias del comercio actual, y continúan siendo de titularidad municipal.
En la plaza de la Verge Maria, también conocida como plaza del Peix, podemos ver todavía la puerta medieval, que le confiere el nombre de Es Portal, así como los soportales y el antiguo mostrador para la venta del pescado, que data de 1901.
– Ermita de la Mare de Déu de l’Esperança (41.675977, 2.795664)
Ermita construida por los jurados de la población y protectora de los que se hacían a la mar − Blanes.
C/ de Nostra Sra. de l’Esperança, 67 − C/ de J. Roig i Raventós. En el núcleo de la población. Se puede visitar siguiendo la Ruta de las Ermitas de Blanes.
Esta ermita, con cubierta a dos aguas, presenta dos ojos de buey en su fachada. Está situada en el centro de la población, aunque fue construida extramuros, cerca del puerto natural. Los esgrafiados de la fachada y los exvotos en forma de barcos en miniatura que se pueden ver en su interior evidencian su vinculación con la historia marítima del municipio. Documentada desde el siglo XVI, al conjunto inicial de capilla con ábside y sacristía se añadió un pórtico con arcadas. Su aspecto actual es fruto de la reforma llevada a cabo en 1920.
– Puerto y lonja de Blanes (41.674434, 2.800769)
El corazón del mercado del pescado fresco. El motor del sector primario marinero de la Selva − Blanes.
Explanada del Port, s/n. En el extremo este de la bahía de Blanes, al final del paseo marítimo. Visitas a la lonja organizadas por la Cofradía de Pescadores de Blanes.
La bahía natural que forma la playa de Blanes ya fue utilizada por los romanos para localizar en ella una pequeña base portuaria que, durante siglos, funcionó como puerto pesquero y para el transporte de personas y mercancías. En determinados momentos se destinó, también, a fines militares.
La óptima posición geográfica de Blanes situó a la bahía como punto de cabotaje de los numerosos barcos que trazaban su ruta por el Mediterráneo: las barcas de los pescadores reposaban en la arena de la playa, mientras que los barcos más grandes varaban a unos metros de la costa. Hasta 1916 no se inició la construcción de un puerto, con una parte ya operativa en los años treinta, de la que todavía queda en pie la vieja lonja. Años después se fueron añadiendo ampliaciones al puerto: el Club Náutico (década de los sesenta) y la nueva lonja (1994).
La imagen actual del puerto data de 2011 y está integrada por una dársena pesquera y otra deportiva, estructuradas a partir de un nuevo dique y espigón de arenas y de la ampliación del contradique.
Acercarse al atardecer, de lunes a viernes, al muelle de pescadores significa poder presenciar la llegada al puerto de las embarcaciones cargadas de pescado fresco para subastarlo inmediatamente en la lonja, una de las de mayor volumen de ventas de Cataluña. Los días en los que no se sale a faenar al mar, se pueden ver las redes extendidas en la explanada del muelle, así como otros instrumentos de pesca que, aunque modernizados, remiten a las antiguas artes de Blandae, la Blanes romana.
– Ermita de Sant Francesc (41.678033, 2.806061)
Ermita construida en agradecimiento por una concesión de pesca − Blanes. C/ de l’Ermita, 10. Cerca de Cala Bona —o cala de Sant Francesc—, en el núcleo de Blanes. Se puede visitar siguiendo la Ruta de las Ermitas de Blanes.
Ermita con capilla de nave rectangular y fachada coronada por un campanario de espadaña que data del año 1681, tal y como indica el dintel de piedra de su puerta. Su origen parece deberse a la resolución de un conflicto entre los propietarios de la almadraba de pesca de atún de cala Bona y la comunidad del convento de Sant Francesc. Al resolverse el conflicto en favor de los patrones de la almadraba, estos tomaron a san Francisco Javier, de la compañía de Jesús, como patrón de su actividad.
– Ermita de la Mare de Déu del Vilar (41.714421, 2.777144)
Ermita de devoción marinera − Blanes. Santuario del Vilar, 106. A 9 km de Blanes, en la colina del Vilar. Se puede visitar siguiendo la Ruta de las Ermitas de Blanes.
Si bien la tradición explica que la imagen de la Virgen del Vilar se encontró el 5 de agosto de 1012, según la documentación, la antigüedad del santuario data del siglo XIV. Su apariencia actual —compuesta por la ermita, la masía adosada y los patios exteriores— se debe a la reconstrucción de la ermita llevada a cabo en 1951, tras su destrucción durante la Guerra Civil.
Como en el resto de ermitas y santuarios vinculados a la vida y a los trabajos del mar, se encuentran en ella distintos exvotos para agradecer la protección de la Virgen. Destaca uno de Joaquim Ruyra, escritor gerundense instalado en Blanes, en agradecimiento por el éxito de su publicación El rem de trenta-quatre.